El tiempo pasa muy rápido papa, demasiado.
Mañana, 1 de Mayo de 2017, a la 1,45 de la madrugada, es decir, que ya será 2 de mayo, se cumpliran dos años de tu partida física.
Dos malditos años de rabia acumulada, de impotencia, de soledad, de añoranza, de rebeldía hacia el mundo y hacia esta puta vida que tiene que continuar sin tí.
Sé que tengo que seguir adelante y luchar día tras día e intentar ser feliz, porque eso es lo que queréis tanto tú como la mama, pero me resulta tan difícil...
Ya me resultaba difícil antes, estando tú a mi lado, contando con tu compañía y apoyo incondicional, pues ahora esa dificultad se me ha acrecentado sobremanera.
Además, al no contar con tu protección, estoy descubriendo cosas que no me gustan. Antes no las veía porque me refugiaba en tí y me dabas esa tranquiidad y seguridad que necesitaba para sentirme bien.
Aunque sé que sigues a mi lado, ahora tu presencia ya no es física, sino espiritual, y soy yo la que tengo que tomar decisiones y actuar en consecuencia. Y cometo muchos errores papi. Muchos. Me tambaleo constantemente. Pienso en qué es lo que tú harias o me dirías y casi siempre "la cago".
Y me siento fatal. Sé que te fallo y decepciono. Lo siento papa. No soy digna de un Padre como tú. Ni de una Madre como la que tengo. Sé que tengo que cambiar muchas cosas, cosas que tú siempre me decías y yo, sin darme cuenta, volvía a hacer y sigo haciendo, casi inconscientemente.
Mi buena fe y excesiva sinceridad y transparencia hacia los demás me juega muy malas pasadas. Y yo sigo, una y otra vez, tropezando con la misma piedra.
Estos dos últimos años han sido muy difíciles y he hecho cosas que jamás hubiera pensado que seria capaz de hacer. Pero también en muchas ocasiones me he visto perdida, hundida, sin ánimos ni fuerzas para seguir.
Gracias a tí y a la mama, a vuestro sacrificio y esfuerzo durante tantos años trabajando duro, ahora puedo vivir bien. Osea que incluso sin estar aqui presentes, seguís manteniéndome y cuidándome.
He reformado el cuarto de baño y cambiado los muebles y sofá del comedor. No sé si tú hubieras aprobado esta decisión. Pero creo que ha quedado bonito y espero que te guste porque al fin y al cabo es tu casa y la de la mama.
La verdad es que no sé porque te cuento todo esto, ya lo debes saber, ¿verdad papi?. Tú y la mama siempre vais conmigo y conocéis todos mis movimientos. Soys mis dos Ángeles de la Guarda.
Dos años, si parece que fue ayer.... Dios mío no me quito de la cabeza aquél fatídico día, aquella horrible noche, tu imagen, el instante en que me dieron la terrible noticia y los momentos críticos y de locura que le siguieron. Los días subsiguientes de insomnio, caos, incredulidad, abstracción, confusión, rabia e impotencia.
No quiero pensar en ello, pero tampoco quiero olvidarlos.
Necesito mantener vivos todos y cada uno de tus recuerdos.
Por muchos años que pasen siempre seguiras vivo dentro de mi papi. Al igual que la mama.
Os quiero
Vuestra hija,
Olga Maria
2 Mayo 2015 - 2 Mayo 2017
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