miércoles, 29 de febrero de 2012

UNA ROSA ADOLESCENTE

Como cada año llegó el 23 de Abril, el día de Sant Jordi, ese día tan especial y memorable que se repite año tras año y que llena ese corazoncito, que todos llevamos dentro, de alegría y felicidad.

Un día apropiado para demostrar el amor, cariño o afecto que sientes por alguien o tal vez ese maravilloso día que hace renacer el amor entre dos personas que abren los ojos, descubriendo en lo más hondo de su ser, esa dicha inmensa que no se puede describir con palabras.

En este día se abre la puertecita de cada uno de nuestros corazones que desprenden un millar de hermosos sentimientos, reflejados en una bonita rosa o en un libro.

Aquel día yo sentía dentro de mí un vacío que se fue convirtiendo en tristeza poco a poco. Tan solo despertarme pensé en mamá. Cada año papá le demostraba su amor con una bonita rosa que hacía revivir en ellos dos aquel primer día en que se conocieron y los largos días de felicidad que vivían y seguirían viviendo durante años.

Pero mamá se había alejado de papá y de mí. Dios se la había llevado, tal vez a ese otro mundo que nadie puede conocer ni juzgar hasta llegar a él.

Yo salí de casa confusa conmigo misma. Por una parte sentía una profunda tristeza, que se convertía en alegría y añoranza al ver a las parejas felices, jovencitas con bonitas rosas en las manos que desprendían cariño y amor. Era la que sentía una tristeza feliz, pues compartía la felicidad de los demás como propia a pesar de que nadie se acordó de mí...

Sinceramente, al ver a montones de chicas, radiantes de felicidad, recibir una rosa, por un momento sentí envidia de todas ellas y deseé con todas mis fuerzas recibir una, aunque fuera de alguien por quien no sintiera nada.... Me atormentaba la idea de regresar a casa sin tan siquiera una pequeña e insignificante rosa roja mientras otras chicas llegaban con montones de ellas a sus casas.
Pero después de ese vago pensamiento recapacité: ¿Podía desear éso yo? No, estaba equivocada. No podía disfrazar tan cruelmente mis sentimientos de adolescente.

Transcurrió el día paulatinamente en la escuela. Durante el camino de vuelta a casa miles de pensamientos e ideas asaltaron mi mente en torno al tema en cuestión. El día estaba llegando a su fin. Aquel 23 de Abril se iba alejando del calendario poco a poco...¿Acabaría con él también mi pena?

Llegué a casa y fue como si, de repente, mis ojos se abrieran inmensamente y, por una vez, vieran la clara realidad. Hasta aquel momento no me había parado a pensar en que existía alguien muy importante que no se había olvidado de mí y que me quería muchísimo: Papá, que, con todo su cariño y amor, había traído dos hermosas rosas, una para mamá y otra para mí. "Una rosa para cada una de las dos rosas más lindas que guardo en mi jardín" -dijo papá-. Pero ¡qué tonta había sido! ¿Cómo papá se iba a olvidar de mamá y de mí en un día tan especial para nosotras?

Aquellas dos rosas que recibí casi al cabo del día estaban colmadas de sentimientos inolvidables. Jamás podré volver a sentir lo que sentí en aquellos instantes... La más bella de las rosas la coloqué junto a la foto de mamá, la besé...una lágrima resbaló por mi mejilla y cayó sobre la rosa como una gota de rocío. Sentí que mamá se alegraba, de veras lo sentí.

Aquella noche, antes de acostarme, me di cuenta de que había aprendido algo muy importante: había recibido la rosa de la que me podía sentir más orgullosa. Una rosa entregada con los mejores sentimientos del mundo y, sin duda, impregnada de un amor eterno. Esa era la mejor de las rosas que podía recibir y su recuerdo sería inolvidable.

Había hecho mal dejándome llevar por el orgullo y la envidia me había cerrado los ojos frente a los sentimientos de un padre que, creo, son los más sinceros del mundo.

El día de Sant Jordi tocaba su fin, ya iba en camino de otro nuevo día en el próximo año. Tal vez se realizara el año próximo o el otro...¡quién sabe! aquél sueño que se encerraba dentro de mí. Sabría esperar, sin envidias ni egoísmos.

Abrigaba con anhelo y nostalgia la esperanza de tal vez un 23 de Abril no muy lejano, sentirme la chica más dichosa del mundo y, entonces, recordaría este día con ternura, como aquella nueva experiencia vivida que había abierto los ojitos de una adolescente que, hasta entonces, habían permanecido cerrados frente a la realidad.

Olga Mª Puig
23 Abril 1992

                                                          

martes, 21 de febrero de 2012

ANOREXIA, AMIGA INFIEL

No sé cómo ni por qué, invadiste mi Vida, mi Mente y mis Sentidos,
me embaucaste con Falsas Promesas y me arrastraste hasta tu oscura Guarida.
Me atrapaste con tu Tela de Araña, convirtiéndome en tu más Fiel Esclava,
Sacrificando mis Sueños, Arrebatándome la Libertad.

Jugaste con mis Miedos, me anulaste con Mentiras y Falsas Ilusiones
y distorsionaste mi Realidad con tu Diabólico Espejo,
arrastrándome a tu Mundo de Delirio y Obsesión.

Creí en Ti más que en Mí misma y a Ti me entregué en Cuerpo y Alma,
dejando que de Mí te adueñaras, como lo has hecho de tantas otras personas
que han sucumbido a tu Mortal Veneno.

Convertiste mi Vida en un Infierno,
quebraste mis Ilusiones,
marchitaste mi sonrisa
y desencantaste mi rostro.

Tu Locura me atormentó y sembró mi Perdición.
Pero yo fui tan sólo una más de tus innumerables Víctimas.
Tu Egoísmo, Ambición y Crueldad son Insaciables e Ilimitables.

Te Enorgulleces de tu Poder de Adicción y Destrucción,
te sientes Invencible en un Mundo que antepone la Imagen al Corazón,
pero, por encima de tu Fatídica Atracción
está la Fuerza de Voluntad y el Espíritu de Lucha
de quienes pugnamos por recobrar la Felicidad y la Ilusión que  
Tú, Amiga Infiel, nos has robado.

(Dedicado a todas aquellas personas que sufren, víctimas de la anorexia, y en memoria de aquellas otras que no han podido ganarle la lucha y ya descansan en Paz, como mis queridos amigos Marta, Dani i Roser a quienes he tenido especialmente presentes en la elaboración de este escrito)

Olga María Puig Martínez
Enero 2007

                                                 Dani (E.P.D.)

 
Roser (E.P.D.) 

                                                  Olga
                               Hospital de Bellvitge. Mayo 2002
  
        
 
 


          

          



                                    

CARTA A MAMÁ

Querida Mamá,
Sé que estas letras que hoy te escribo no podrás leerlas nunca, porque allí dónde tú estás no tiene cabida el correo ni se hace posible la comunicación por vía postal.
También sé que desde dónde reposas puedes sentir y escuchar el mensaje que quiero transmitirte a través de esta carta que, si bien jamás te llegará por vía postal, sí lo hará por vía espiritual:

Hace ya 6 años y medio que te alejaste de papá y de mí y en todo este tiempo has permanecido siempre a nuestro lado, has protagonizado nuestros pensamientos, has avivado y alentado nuestras vidas, nuestra razón de ser.
Ha sido difícil asumir tu partida, tu último adiós, pero tu recuerdo, tu invisible compañía, nos ha ayudado a  seguir adelante, a afrontar la vida que sigue sin ti.
Cada día que ha pasado desde que te fuiste ha sido más gris, más triste, más duro para nosotros dos, pero no por eso ha dejado de salir el sol para el resto de la humanidad y también nosotros, como tú antes, formamos parte de ella.
El tiempo, dicen, cura todas las heridas pero esta herida que papá y yo llevamos dentro no acabará de cicatrizar nunca mientras vivamos mamá, por mucho tiempo que pase, por muchos soles que asomen.
Quizás se cure ese día en que volvamos a estar los tres juntos, entonces el tiempo se detendrá para nosotros y viviremos una felicidad eterna.
Hasta entonces habrá que esperar y dejar que sea Dios quien decida cuál ha de ser ese mágico día.
Tú, mamá, nos has enseñado a ser fuertes, a saber afrontar los golpes que da la vida, a no rendirnos nunca y a luchar con coraje contra las adversidades.
Sé que velas por papá y por mí y que guías nuestro camino y nos proteges desde un “más allá” supremo dónde pasas tranquila tus horas eternas.

No hace falta que contemple tu foto cada noche antes de acostarme para reflejarme en tus negros ojos, porque mire dónde mire, vaya donde vaya, tú, mamá, estás aquí, conmigo, contemplando a tu niña del alma que por siempre será tuya.
Ahora, a mis 20 años recién cumplidos, recuerdo más que nunca todos y cada uno de los momentos que hemos pasado juntas, ¿tú también verdad mamá?:
 Recuerdo nuestras risas, nuestros llantos, nuestros secretos, nuestro gran amor… recuerdo también el “Burrito”, que tanta vida regaló a la nuestra, aquellas veladas de ensueño en nuestro querido local, bañado con el sudor y las lágrimas que papá y tú allí derramasteis, pero erigido con sonrisas e ilusiones.
Allí fue dónde forjásteis vuestro destino, a la vez que sembrasteis la alegría y la armonía entre los que allí convivíamos.
Allí emprendisteis el camino de la dicha, haciendo realidad vuestros sueños, vuestros más profundos deseos.
Hoy el que fue escenario de vuestras vidas, nuestro querido “Burrito”, ya ha dejado de serlo.
Tu ausencia lo desencantó, derruyó su magia y lo marchitó.
Perdió su aroma al perderlo también la flor que le daba la vida: tú, querida mamá.
Nuestra vida ha tenido que continuar sin él, como también ha continuado sin ti y hemos sabido afrontar sus devenires sin perder en ningún momento la esperanza, como tú bien nos has enseñado.
Mamá sabes que yo he conseguido acabar brillantemente mis estudios y esa “Matrícula de Honor” que me concedieron al finalizar el Bachiller es una Matrícula en Honor a ti, porque eres tú quien me ha aureolado de valor y fortaleza para conseguirla, desde tu hermoso cielo.
 A ti te la dedico. Contigo la comparto mamá.
Ahora, como estudiante universitaria sé que seguirás apoyándome para superar los obstáculos que ante mí se presenten y también sé que seguirás sintiéndote orgullosa de mí si te digo que, a pesar de los miedos e inseguridades que hoy me acechan, voy a hacer todo lo posible para superarme y acabar también triunfante mi carrera o cualesquiera otra meta que me marque.
Sabes, mamá, que soy débil de espíritu, pero eso no impedirá que consiga todo cuanto me proponga, porque sé que no estoy sola, que cuento con tu apoyo, que, desde tu nuevo hogar, apruebas mis decisiones y aplaudes mis éxitos.
Sé que te tengo a ti, mamá, que estás cerca, muy cerca de mí.

Recuerdo, mamá, que poco antes de emprender tu marcha me pediste que no abandonara mis estudios de piano.
Sé que cobijabas la ilusión de que algún día lograse consumar mi carrera pianística y musical.
Siento mucho haberte fallado mamá.
Lo dejé por una de aquellas razones que con el tiempo pierden su sentido.
Ahora sé que me equivoqué.
Me arrepiento de ello y me he prometido a mí misma acabar algún día esa bella carrera que inicié hace ya diez años y que dejé inacabada entonces.
A tu Dios pongo por testigo, mamá, de que me verás algún día con mi diploma de pianista en las manos y también entonces a ti te lo consagraré.
Ahora me doy cuenta de lo bien que me conocías ya entonces cuando me empujaste a iniciar el aprendizaje de ese bello y único instrumento, cuyas sublimes melodías hoy aún entelan mis ojos y me obligan a reconocer el error que entonces, inconsciente, cometí.

Mamá, desde que te fuiste, cada año he pisado tu tierra, tu pequeño rincón manchego, tu cuna natal: Tu querida Ledaña.
Desde allí le pido a San Roque, tu Dios y Patrón, que nos mantenga siempre unidos a ti, a papá y a mí y que algún día nos volvamos a ver frente a frente los tres.
Le ruego que vele por nosotros y que te cuide mucho a ti, mamá, que eres quien, ahora, más cerca está de él.
Sé que me escucha y que no nos abandona jamás, ni a nosotros, ni a su querida hija Vicenta.
Algún día, como tú hiciste, alzaré una de las barras que sustentan a San Roque, Patrón de Ledaña, y lo llevaré en Procesión y peregrinaje hasta la ermita.
 Es una promesa que cumpliré en tu honor, querida mamá.

En tu Reino Azulado, mamá, ya te has podido reunir con tu papá, el abuelo, que partió tras de ti, poco tiempo después.
Ahora reposas junto a tus papás y también junto a tu otra hijita, aquella hermanita mía que no llegué a conocer, aunque espero hacerlo algún día.
Me consuela pensar que Olga, tu primera niña, que siempre te ha necesitado tanto como yo y que ha pasado dieciocho años sin ti, anhelando tus cuidados y tu cariño, ya puede tenerte.
Cuidaos mutuamente ahora que estáis juntas las dos.
Papá y yo somos felices al pensar, al saber, que mi hermanita te tiene, aunque no podamos tenerte nosotros aquí, en la vida terrenal. Algún día estaremos todos juntos y la felicidad que entonces nos embriagará nos cuesta hoy el precio de la soledad, soledad que se llena de recuerdos que la beatifican e iluminan.

Gracias mamá, en nombre de papá y mío, por habernos regalado tanto amor, tanto cariño, tantas ilusiones y esperanzas con que aliviar hoy nuestra pena de no tenerte aquí, junto a nosotros.
Sé que existe en algún lugar que nosotros no podemos ver desde aquí un Alcázar Áureo consagrado y erigido a ti, mamá, por la valentía, fortaleza y coraje que has demostrado siempre y porque, aun sabiendo que la llama de tu vida se apagaba paulatina, por encima de tu dolor y de tu pena, siempre asomó una sonrisa de ilusión, esperanza y fe frente a la vida, frente a nosotros y frente a ti misma mamá.
Ese mismo Alcázar que tú bien has merecido hoy se erige en nuestros corazones.
Frente a él nos arrodillamos para invocarte a ti, querida mamá, con sentido orgullo y devoción.

TE QUERREMOS POR SIEMPRE

SIEMPRE TUYOS,

Olga Mª y Papá
        
7 Septiembre 1995

                                     

MI MADRE

MI MADRE ES UNA FLOR QUE NUNCA SE MARCHITA,
UNA TARDE QUE NUNCA SE OSCURECE,
UN RAYO DE SOL ENTRE MIS MANOS... 

DESDE LOS ILUMINADOS SILENCIOS,
GIRANDO DULCEMENTE HACIA EL INFINITO,
TU ESTRELLA GUÍA NUESTRO CAMINO
Y NOS PROTEJE DE LA ADVERSIDAD.

GRACIAS MAMÁ.
Las Estrellas brillan porque en ellas yace el alma de personas como tú mamá.
 

Para mi querido Papá en su 41 Aniversario de Bodas (10 Julio 1968-2009)


Hoy es un día muy especial para ti y para una Estrella Mágica que brilla en el cielo,
con un fulgor de ensueño, cuyo nombre es Vicenta.
Tal día como hoy, hace 41 años, unísteis vuestras vidas y vuestros corazones,
prometiéndoos Amor Eterno, y emprendísteis un camino juntos,
radiantes de emoción, ilusión e infinitas esperanzas.

Vuestro viaje se prolongó durante 20 hermosos Años,
durante los cuales hubo cabida para Alegrías y Tristezas,
Sonrisas y Lágrimas, Felicidad y Sufrimiento,
pero Siempre os mantuvísteis Unidos,
afrontando los devenires de la Vida y el Destino.

Dios quiso que vuestro camino se bifurcara y se llevó a Mamá con Él  hace ya 20 largos Años
que han transcurrido colmados de Tristeza y Añoranza  para  nosotros.
Pese a ello, el Recuerdo imborrable y la Invisible Compañía de Mamá 
han  permanecido en nuestro Corazón y Pensamiento,
Imperturbables al paso del Tiempo.

Por eso Hoy, el  Día de Vuestro Aniversario,
la Sentimos tan Cerca como durante los Primeros 20 Años y,
Alzando los ojos al Cielo, Iluminados  por el Resplandor de su Estrella,
la Felicitamos y le Agradecemos  estos 41 Años de Presencia en Nuestras Vidas,
de Amor Incondicional y de Entrega Absoluta.

Una Suave Brisa Celestial  acaricia  nuestros Sentidos…
es Mamá, que también quiere Felicitarte a Ti, Papá, por tu Inmenso Amor  y Fidelidad hacia Ella
y por haberme Cuidado y Protegido  como Ella lo hubiese hecho en la Vida Terrenal.

Yo, Olga María, Fruto de Vuestro Gran Amor, os Felicito a los Dos,
por ser unos Padres Maravillosos y Excepcionales,
de los que me siento Inmensamente Orgullosa
y por manteneros Unidos y Enamorados más allá de las Estrellas.

Vuestra Hija que Os Quiere,
Olga María

10 Julio 2009

PARA TI, PAPÁ

Tú eres mi soporte en esta vida,
quien me da seguridad en mis horas de angustia, 
el héroe de mis cuentos infantiles, cuando era niña,
Y el de mi realidad de adulta.

Tú eres mi Ángel de la Guarda,
El que me guía por el buen camino;
Estás conmigo en lo bueno y en lo malo
Y jamás me abandonas por duro que sea el problema.

Padre bueno y bondadoso,
gracias por tu amor y tu protección,
que siempre me has brindado desde que nací.

Hoy te doy las gracias a ti y a Dios,
Por haberme dado un padre ejemplar
Y también una maravillosa madre
que desde el cielo nos ilumina.


FELIZ DIA DEL PADRE, PAPÁ.


Tu hija que te adora,
Olga María Puig Martínez
  
 
19 de Marzo del 2010

                             GRACIAS PAPÁS. OS QUIERO


                           

MAI NO ÉS SUFICIENT

Sempre podem millorar, superar-nos, aprendre coses noves, créixer com a persones i acostar-nos més a la perfecció.
Quan assolim una fita, ens marquem una altre encara més valuosa o important per a nosaltres.
Per molt bé que fem les coses, sempre hi ha alguna cosa, algun petit detall que s’hauria pogut millorar,
sempre cometem algun error o hi veiem algun defecte que cal corregir.

Sempre ens podem superar i aconseguir més reconeixement, fer més mèrits.
No ens hem de conformar amb el que hem après o aconseguit i hem d’anar una mica més enllà,
tenir un afany permanent de superació per guanyar-nos més reconeixement,
per a que ens valorin més i s’arribin a sentir més orgullosos i satisfets els qui ens envolten.

Les coses sempre es poden millorar, perquè mai no arriben a ser completament perfectes
i sempre apareix algun defecte que ens esguerra la nostra feina,
alguna equivocació o oblit que ho espatlla tot i ens fa sentir malament.
Així doncs, la satisfacció i l’orgull mai arriben a ser complerts i mai assolim l’èxit desitjat.



Olga Maria Puig Martínez.
10 Juliol 2009
                             La perfecció és inassolible.

lunes, 20 de febrero de 2012

"LA MEVA POR"

Avui  he parlat amb la meva “Por".
Li he dit que perquè m’assetja i em fa sentir tan malament, que perquè em fa tant de mal.
A continuació, jo he ocupat el lloc de la meva "Por" i he contestat per ella:
-t’assetjo perquè vull doblegar-te, anul·lar-te i fer-te sentir feble, incapaç de fer res bé-.
Aleshores m’he adonat que “la Por” soc jo mateixa i que, per tant, només jo puc vèncer-la, fent-li front i no deixant que assoleixi els seus objectius, objectius que, en realitat, són els de l’Olga que no creu en ella mateixa ni en les seves pròpies capacitats i recursos per afrontar la vida i les seves vicissituds.

Després he pensat en l’actitud infantil que de vegades adopto davant els éssers més estimats i amb els que hi tinc més confiança, especialment davant el meu pare.  Aquesta manera de comportar-me està relacionada amb aquell reclam inconscient de protecció i dependència, que busco del meu pare, per sentir-me més segura i tranquil·la. Per un moment, he mirat d' imaginar-me que els meus sentiments eren completament oposats als que veritablement sentia i  he pensat que li estava parlant al meu pare de com m’anaven de bé les coses, de la  felicitat, tranquil·litat i benestar que sentia, de l’absència de pors i angoixes. Fent aquesta ficció ja no adoptava aquella actitud infantil.

Aleshores, m’he adonat que, quan les coses no ens van gaire bé i ens sentim malament, una bona tàctica per vèncer el propi malestar és actuar com si les coses ens haguessin anat bé i estessim plenament satisfets. Aquest posicionament positiu pot fer que arribem a veure la nostra realitat des d’una perspectiva molt menys tràgica i negativa.

Tothom comet equivocacions en algun moment i equivocar-se és el risc que tots correm quan ens aventurem a prendre decisions per nosaltres mateixos. Si tenim por a equivocar-nos, està clar que mai ens arriscarem a prendre les nostres pròpies decisions, i mai ens equivocarem, però sempre serem éssers dependents d’altres persones que decidiran per nosaltres i mai no ens arribarem a responsabilitzar de nosaltres mateixos, és a dir, que mai no creixerem personalment ni ens sentirem plenament satisfets amb nosaltres mateixos.
Fer-se adult consisteix en això mateix, en tenir un criteri propi i no deixar-nos arrossegar massa per les influències familiars, culturals, ideològiques o de qualsevol mena que, inevitablement, ens envolten, fent d’aquestes  “veritats absolutes i  inalterables”.

Olga Maria Puig Martínez
1 Març 2010


QUERIDA SOLEDAD

 Hola soledad,

Vuelvo a estar aquí, contigo, amiga, como tantas otras veces,
sumergida en la oscuridad de la noche, cobijada en mi pequeño rincón secreto.

Desde este silencioso lugar puedo contemplar tu incorpórea e intangible silueta a mi regazo,
volátil e incolora, que define mi presencia, que da sentido a mi vida.

Sé que estás aquí, llenando mi vacío, ese vacío que nadie tan bien como tú sabe llenar.
Sé que estás aquí, a mi vera, apaciguando mi inquietud, aplacando mi desencanto.
Nos comunicamos cada noche, desde este oscuro rincón, en nuestro lenguaje secreto
y nos sentimos resignadamente dichosas e tenernos la una a la otra.

Nos comprendemos a la perfección, porque formamos ambas una unidad indestructible,
porque dejamos de ser partículas ónticas separadas y perdidas,
para fundirnos en un solo ente y conformar un Todo único y supremo.

Nos necesitamos desesperadamente, porque la una no cobra ningún sentido por si misma si no es en función de la otra.
Somos Una. Existimos al Unísono.
Yo dependo de Ti, Tú dependes de Mí.
Supeditadas la una a la otra, emergemos de la oscuridad tenebrosa, de las tinieblas abominables
y nos elevamos, mágicas, a un más allá que sólo tú y yo conocemos
y que encierra nuestros deseos, nuestros más profundos sueños, nuestras inquietudes e ilusiones.

Allí, donde alcanzamos la culminación de nuestra homogeneidad,
nuestros ojos destellean y se reflejan los unos en los otros para llorar juntos,
para solidificar sus lágrimas y congelar su amargura.
Juntas,  sucumbimos a la tristeza, haciendo de ella nuestra plenitud
y aclamando, con insonoros gritos desesperados,
un esbozo de felicidad que, insólitamente, aflora desde las profundas cavidades de nuestra tristeza compartida.
Porque estamos juntas, porque nos somos fieles y nos transmitimos fuerzas para sobrevivir.

Nuestra unión es tan perfecta, querida soledad,
que de nuestra desazón logramos arrancar una sonrisa de amistad y comprensión.
Yo te tengo a ti y tú me tienes a mí.

Gracias soledad, por estar junto a mí, por ser mi amiga del alma, por escucharme y compartirlo TODO conmigo,
por ser mi propio YO cuando más lo necesito, cuando, como esta y otras tantas veces,
me sumerjo en la oscuridad de la noche y, desde mi pequeño rincón,
te aclamo en silencio, siempre en silencio, querida soledad.

Olga María Puig Martínez
Mayo 1995

Algún día, en cualquier parte, en cualquier lugar, indefectiblemente, te encontrarás a tí mismo/a, y ésa sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas (Pablo Neruda).

INTERROGANTES DEL CORAZÓN

Hay días en los que una siente que su vida se hace añicos
y que se desvanecen ante ella todas las oportunidades que pudieran habérsele presentado, casi casualmente.
Hoy es uno de esos días. Como también lo fue ayer y, probablemente, lo sea mañana.
Pero prefiero no hablar de futuro y consagrarme al presente,
que no deja de ser la prolongación de un pasado triste y abrumador.

A veces una se pregunta el “por qué” de tantas cosas…
y tal vez jamás se halle la respuesta anhelada,
porque tal vez no existan respuestas a preguntas que no se hace la mente
y que, por tanto, carecen de lógica, sino que es el corazón el que se debate en interrogaciones absurdas e infinitas.

Cualquier respuesta se convierte en efímera hipótesis que, a su vez, engendra un nuevo interrogante.  
Creo que no se debieran formular nunca esas preguntas
o, mejor,  que no debieran de existir todas esas situaciones y circunstancias que nos dan pie a formulárnoslas.

Pero demasiado sencillo es pensarlo, escribirlo o decirlo, cuando no se ha pasado por ellas.
Sin embargo, el hecho de haberlas experimentado en tus propias carnes cambia mucho las cosas
y, aunque puedas pensar, escribir o decir simpleces para afrontarlas o intentar cambiarlas,
nada fácil es modificar el sentimiento, que persevera dentro de ti.

Es difícil, muy difícil, describir esa sensación de tener algo entre las manos
y no saber sujetarlo lo suficientemente fuerte, no saber retenerlo,
para sentir como, lentamente, se te va escurriendo y desvaneciendo entre tus inocentes y temblorosos dedos.
Y entonces te preguntas:
   
-¿Soy yo quién no he sabido retener aquello que he tenido entre mis manos,
o es que tal vez nunca ha llegado a  posarse en ellas y yo he creído, o soñado, por un momento, en ello?-

Ante preguntas como ésta, quisiera responderme con convicción y firmeza,
pero la duda y la incertidumbre me acosan y estremecen de temor.

Sé que por muchas vueltas que le dé, jamás llegaré a ninguna conclusión,
por eso sólo me queda el consuelo de pensar, de sentir, que, sea como fuere,
el destino así lo tenía previsto para mí,  para mi crecimiento personal
y para llevar a cabo con éxito mi misión en esta vida.


Olga María Puig Martínez
1 Agosto 1994


                                      La historia se repite.

domingo, 19 de febrero de 2012

REALIDAD ONÍRICA

Quisiera hallar las palabras adecuadas y afines a mis sentimientos, a mis sensaciones, a mis anhelos,
pero no lo consigo, por más que lo intento.

¡Cuán difícil es expresar lo inexpresable!, querer plasmar en unas líneas lo que habita en lo más profundo de nuestro ser y pretender aliviar nuestra inquietud  y congoja.

¿Acaso es posible sumergirse en la inmensa mar y verse convertido en la más bella sirena o en el poderoso Neptuno?


¿Acaso esa extraña sensación de grandeza y libertad nos permite alcanzar el horizonte y posarnos en él?

Seguimos siendo insignificantes títeres que se mueven al son de la vida, cuyas notas, a veces, distorsionan y descompasan la melodía de nuestro caminar mundano.

Nada cambia, todo sigue igual, a pesar de los deseos que cobija el universo inteligible de nuestro interior, universo atrapado, encasillado y aislado por esta realidad que nos acecha constantemente y que en estos precisos instantes se traduce en vulgar tinta negra que, ingenua, pretende elevarse en palabras y ser algo más, traspasar los límites de la realidad y ser “sentimiento” en estado puro, desnudo, en su quintaesencia.

Debiera dejar de corromper tanta hermosura en abstracto con esta pobre pluma que no es capaz siquiera de intuir su magia, su singularidad.

Sin embargo, sigo escribiendo, casi sin saber por qué,
sigo avanzando, como lo hace la vida, tal vez porque me arrastra injustamente, tal vez porque  intento parodiarla y seguir su ritmo eterno e inalcanzable.

A veces me paro a pensar y me cercioro de que en todo momento existe alguna razón, por pequeña que parezca, inmensa para el corazón, que nos empuja y nos permite afrontar nuestro destino,
debatirnos con él y, al fin,  invitarlo a compartir nuestra vida, nuestro indefinido camino.

Y ¿Podríamos continuar sin esa pequeña pero gran razón que nos tiende la mano ciegamente?
Alguien un día dijo: “También se vive de ilusiones” y yo, ahora, le diría, en mi absoluta ignorancia,
pero con total sinceridad: “sólo se vive de ilusiones”, porque sin ellas no seríamos nada y con ello quiero decir aún menos de lo creemos ser y, en definitiva, de lo que somos, si es que se puede decir que somos algo.

Tras la aparente faz pesimista de ésta que hoy escribe, reluce también la ilusión y la esperanza que alientan el suceder de la vida, pese a que la debilidad e inconsistencia de tales incentivos zarandean y amenazan mi onírico y lejano anhelo de felicidad.

¿Cómo podría definir esa extraña sensación experimentada,
cuando una transparente y cristalina gotita de agua  inunda todo tu corazón, que lucha por emerger día a día y que desfallece en sus frustrados intentos, pero, al tiempo, se siente feliz al sentir la suave caricia del agua embriagando su palpitar?

Quizás baste con un Sueño Platónico e Imposible que nos sostenga,
con una Ilusión que nos empuje a seguir avanzando, que nos eleve y nos transmita la fuerza necesaria para no desfallecer.

Pero siempre nos acecha el abismo del fin, ese fin que sigue a todo comienzo, otorgándole una corona de rosas o espinas.
El Adiós de lo que nunca se conoció, de lo que escapó a los ojos de la realidad,
pero pudieron observar los ojos del corazón en profundidad absoluta.

Nunca vencerá aquella realidad a ésta que mi espíritu intenta reconstruir como tal, porque, simplemente, ha dejado de ser real y se ha superpuesto a ella, tan virtuosa como inocente.

Ante ella me postro, porque despierta mi ánimo y cierra mi herida, permitiéndome ver una estrella resplandeciente en la tenebrosa oscuridad de la noche interminable, en la que, al menos, me consuela la sonrisa de la blanca Luna, lejana, muy lejana.



Olga María Puig Martínez
Noviembre 1.994


Porque sólo los sueños y las ilusiones nos dan la libertad y la felicidad.
  



               

CARTA A LA MEVA AMIGA ROSER (E.P.D.)

Estimada Roser,

El 2 de juny de 1.998 el destí va creuar els nostres camins i les nostres vides, flagel·lades per l’anorèxia, i jo vaig ser molt afortunada per haver-te conegut.

Em va enlluernar el teu dolç somriure, la teva mirada amiga, el teu encís.

La teva bellesa era de cos i ànima. Llàstima que els teus ulls malalts no ho poguessin veure.

Em vas oferir la teva amistat i em vas ajudar amb les teves paraules i consells, molt més del que mai et vas ajudar a tu mateixa.

Sempre estaves disposada a escoltar-me, aconsellar-me i, fins i tot, renyar-me quan no feia les coses bé, perquè m’estimaves més a mi del que mai et vas arribar a estimar a tu mateixa.

Et vas deixar vèncer per la malaltia, que es va acarnissar amb tu,
arrabassant-te les il·lusions, esperances i forces per seguir lluitant, tancant-te els ulls a la vida, una vida a la qual vas acabar renunciant.

Ara ja has deixat de patir, Roser estimada, i descanses en Pau al costat del teu estimat pare, al qual tant enyoraves. Ara soc jo la que t’enyoro a tu, i trobo a faltar les teves tendres paraules, les teves cartes i dolces poesies, els teus dibuixos, els teus bonics detalls.

Però se que ens tornarem a trobar al Paradís on ara tu ja has arribat, on, a la fi, has trobat la Pau i la felicitat que la malaltia t’havia truncat.

Jo segueixo lluitant, aquí a la vida terrenal, i el teu record, sempre present, m’ajuda i em dóna forces per seguir endavant.

Gràcies Roser,
per haver-me regalat la teva amistat i, amb ella, tants i tants moments de comprensió, recolzament, alè i estima.

M’has deixat, però et porto al meu cor i romandràs per sempre més als meus pensaments i pregàries.

Descansa en Pau, Roser, al Paradís que t’has guanyat
i fes-me un raconet per quan hi pugi jo
i puguem gaudir plegades de la felicitat i la pau que l’anorèxia ens ha prohibit a la vida,
però que Déu ens concedirà al Cel.

T’Estimo Roser i no t’oblido mai.
La teva amiga per sempre,                                         

Olga.                                    
16 Novembre 2006  
                 Roser Sainé Pallejà (9 d'Abril 1971-16 Novembre 2006) E.P.D. 
                  https://youtu.be/G2XCaBtFENw

¡NO HAY DERECHO!


A una mujer se la tilda de “fácil” por tener la moral sexual de un hombre.
Cuando una mujer sale con varios hombres se la considera una inmoral, una cualquiera, se la compara vulgarmente con una prostituta, se le dice que no se está haciendo respetar y que no tiene vergüenza ni dignidad.

Sin embargo, a un hombre por hacer exactamente lo mismo, es decir, por salir con varias mujeres, se le considera un “machito”, se le dice que es un seductor, un semental, se le alaba y venera.  

¿Acaso por el hecho de ser mujer tenemos menos derecho a disfrutar de las relaciones afectivas, sentimentales y sexuales que los hombres?; ¿tenemos las mujeres menos derecho  que los hombres a decidir qué queremos hacer con nuestro cuerpo? No.  
Al menos en nuestro País, España, el artículo 14 de la Constitución dicta que “todos somos iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de sexo (…)”.

Sin embargo, cuando las mujeres no seguimos las “pautas de conducta moral” dictadas por esta sociedad, de trasfondo marcadamente machista, tenemos que enfrentarnos a  muy duras críticas, insultos, desprecios, humillaciones e incluso vejaciones que afectan a nuestra autoestima y nos destruyen anímica y psicológicamente.


No hay derecho.

¿Quién decide lo que es moral e inmoral? ¿Una sociedad llena de prejuicios es una sociedad moral?
¿Aquéllos que critican, desprecian y marginan a quienes no piensan como ellos y actúan diferente son los morales y el resto los inmorales? ¿Quienes  utilizan el término “puta” para insultar y despreciar, porque consideran que las prostitutas no tienen dignidad ni merecen ningún respeto, son seres morales?  

Toda persona tiene dignidad, haga lo que haga y actúe como actúe. Este un derecho fundamental  e inviolable reconocido en el artículo 10 de la Constitución. 


Ya está bien de tanta falsa moral y de tanto preocuparse por “el qué dirán”; creo que todos seríamos más felices y este mundo marcharía mucho mejor si nos preocupásemos menos por mantener las apariencias y más por las personas y sus sentimientos.

Olga Puig Martínez                                                                
8 Marzo 2011 
                                                                       

martes, 14 de febrero de 2012

CUERPO Y ALMA



Hoy he pensado que tal vez mi cuerpo me quiere más a mí, (o a sí mismo), de lo que yo le quiero a él, (o a mí misma), y lucha “a ultranza” por sobrevivir y subsistir, dentro de sus carencias, mucho más de lo que yo lucho por cuidarme y paliar dichas faltas…
De todo ello me aventuro a deducir que el “instinto básico de supervivencia” cobra vida propia, enfrentándose a mis “deseos autodestructores”.
Es en ese preciso momento cuando nace la lucha implacable entre Cuerpo y Alma, entre “Carne y Espíritu”, entre “Materia y Ser”, entre “Sentido y Sensibilidad Extrasensorial”…
Entonces me desprendo de “El Cuerpo” en un intento frustrado de imponerme y enfrentarme a Él, haciendo prevalecer mis “Ideas”- Puras, Inmaculadas, Intangibles e Incorpóreas - frente a mis “Sentidos”- Impuros, Sucios, constatables empíricamente y materiales-.
“Mi Cuerpo”- corrupto y regido por el instinto animal- inherente a sí mismo, se activa, impulsivamente, en una búsqueda desesperada hacia la “Vida Terrenal” que mi “Alma”- Incorrupta, Pura y regida por la “Razón Suprema”- le niega obstinadamente…
“Salud Física” y “Salud Espiritual” devienen incompatibles y excluyentes en este mi Universo…
La Eterna Duda que se suscita en mi mente es la siguiente:
 ¿Cuál de ellas resultará “vencedora” y cuál “vencida”?


Olga María Puig Martínez
30 Marzo 2001

SAN VALENTÍN



   Hoy se respira amor por doquier,
Porque hoy nacen amores de viejas rencillas
Y hoy se enamoran corazones partidos de dolor.

Y es que hoy el cielo se descubre con especiales azules,
Y hoy el aire se pasea con su danza de esperanza,
Y hoy el mar se despierta entre alteradas olas enamoradas.

Hoy se huele amor por doquier,
Porque hoy resucitan amores quebrados
Y se enlazan espíritus desencantados.

Y es que hoy los pájaros alzan su vuelo en busca de Paz,
Y hoy las estrellas forjan nuevas ilusiones,
Y hoy el sol derrama encendidas lágrimas de emoción.

Hoy se palpa amor por doquier,
Porque hoy ven la luz amores ocultos
Y hoy se perpetúan enlaces eternos.

Y es que hoy… es San Valentín,
Patrón del AMOR!
Qué el Amor reine y prevalezca por encima de todo
En este día tan bello y entrañable!

Feliz San Valentín!
Beatie dies amoris!


     Olga Mª Puig
14 Febrero 1994-96
   Postridie Idus februarias