32 Años sin ti mamita, pero ni un segundo lejos de mi pensamiento y corazón.
Aunque el tiempo pase, tu ausencia siempre la sentiré en lo más profundo de mis entrañas , todos y cada uno de los días que me queden por vivir en esta vida terrenal.
Sé que de algún modo estás dentro de mí, porque siento tu energía, tu fuerza, me río con tu misma tonalidad "gritona", tengo tus mismos "dejes" manchegos, (o tuyos propios) esos "oles" acompañados de palmas y meneos de cabeza a uno y otro lado en los momentos de alegría y emoción... ; esos comportamientos infantiles, un poco locos e ilógicos, que pueden parecer absurdos pero que en en el fondo nos llenan de vitalidad y nos hacen sentir especiales y únicos. Me miro las manos igual que tú, extendiendo y tensando la Palma hacia arriba, pese a que yo no requiero controlar la hinchazón de mis dedos... todavía recuerdo las pastillas que te tomabas: 7 alugelybis y el resincalcio 1 vez por semana que eran unos polvos que parecían cemento...aaarrgg
Los martes, jueves y domingo a las 23h venia el taxi de radio taxi a recogerte para llevarte al centro de diálisis. 7 horas.
Recuerdo tu brazo deformado y en la muñeca como sonaba la vibración de la fístula.
Pero lo que más recuerdo por encima de todo es tu Inmensa Sonrisa, tus ganas de Vivir, tu espíritu de Lucha, tus Ánimos, tu Belleza Interna y Externa, tu Luz, tu Magia, esa eres tú Mamita, y lo sigues siendo a través de mí.
Ahora más que nunca soy consciente de que en realidad nunca te fuiste, dejé de verte con mis ojos de niña porque pasaste a formar parte de mí misma y siempre has estado aquí, aquí mismo, en mí.
Olga