Bellvitge 1998
En aquellos tiempos tú
me sostuviste, velando por mi salud y por mi vida, manteniéndote a mi lado
incondicionalmente, apoyándome en todo momento y depositando todas tus
confianzas y esperanzas en mí.
Ahora quiero
devolverte, siquiera sea un ápice, de todas las atenciones, cuidados y mimos
que me has brindado durante todos estos años Papá.
Sé que jamás llegaré a
estar a tu altura, pero prometo esforzarme al máximo para que tú, y también la
mama desde el Cielo, os sintáis muy orgullosos de mí.
Te quiero papi.
Tu hija,
Olga Mª
Mayo 2013
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