Ay Papi, no sabes cuánto te echo de menos y cuánta necesidad tengo de hablarte y contarte y explicarte tantas y tantas cosas que me abruman y acongojan, que me angustian, como siempre hacía, tan egoístamente, trasladándote mis miedos e inseguridades, aun sabiendo, tus respuestas y el malestar que te causaba.
En tí dejaba caer el peso de mis dudas, sin saber ni darme cuenta de que tú sufrías tanto o incluso más que yo. Y ahora que no estas aqui soy consciente del enorme sacrificio que has hecho siempre por mí y me siento culpable por no haber sabido hacerte pasar una vida más fácil y feliz junto a mí.
Ahora es cuando me doy cuenta de muchas cosas que me decías y yo pasaba por alto o no quería escuchar. Tenías tanta razón en todo! Y tú me lo decías: - El día que yo falte te daras cuenta, hija mía. Y así ha sido. Quizás antes mis ojos no lo querían ver, aunque mi mente ya lo sabía, pero ahora es cuando realmente mis ojos se han abierto ante la cruda realidad, esa que tú siempre me intentaste hacer ver.
Sé que desde dónde estas junto a la mama y mi hermanita puedes observarme y sé que hay cosas que me reprobarás y otras de las que te sentiras muy orgulloso. En el fondo papi, cada paso que doy lo consulto contigo en mi interior y actúo en consecuencia. Aunque sé que no siempre hago lo que tú hubieras hecho, confío en que me comprendes y aceptas mi decisión. Me he equivocado en bastantes ocasiones desde que tú no estas, y, a posteriori, reflexionando, me he dado cuenta de que han sido decisiones que tú jamás hubieras tomado.
Eres mi Referente y mi Ejemplo a seguir Papi. Todavía me queda mucho, muchísimo, siquiera para alcanzar la orma de tu zapato, pero cada día que pasa lucho por ser mejor persona, por hacer que tú y la mama os sintáis un poquito más orgullosos de mí, por encontrarle un sentido a mi existencia en esta vida terrenal mientras tú y la mama ya no estáis. Ayudadme a encontrarlo porfavor.
Te recuerdo cada día, cada instante. Estas en mí. Afloras contínuamente a traves de mis palabras, de mis gestos, de mi voz, de mi mirada, de mi Alma y Corazón.
Fuiste, eres y serás siempre "Presente".
Hoy es tu Santo y el Día del Padre. Muchísimas Felicidades Papi. Disfruta de tu día junto a la mama y a tu otra hijita, mi hermanita, Olga.
Y recordad que aquí abajo tenéis al último miembro de vuestra familia deseando reunirse con vosotros.
Te quiero. Os quiero.
Siempre Juntos.
Tu/ vuestra hija,
Olga María Puig Martínez
San José 2011
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