Esta canción de Sergio Dalma fue, es y será por siempre muy significativa para mí.
Por el el mes que lleva por título, uno de los que menos me gusta del calendario anual y por la edad que se menciona.
Y es así porque siempre he pensado que fue en ese mismo mes y con esa misma edad cuando mi vida se paralizó y me quedé anclada en un tiempo del que todavía soy fiel esclava.
Y sigo siendo aquella niña de trece años, asustada y enmudecida que vió a su mamita durmiendo indefinidamente, metida en una caja de madera, un día de febrero de 1989.
https://youtu.be/TTWS0J_nuMQ
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